Creo que todos, cuando eramos muy pequeños, teníamos un amigo imaginario. El mio se llamaba algo así como "Okim" . El era rojo, mas petiso que yo obviamente, y con muchos ojos. Con los que me ayudaba a mirar todo lo que pasaba alrededor y el siempre me hacia sentir especial. Sus ojos eran todos de colores diferentes, uno mas hermoso que otro. Y su piel, era bastante rugosa y áspera, con lunares que cambiaban de color según su animo. Y su nariz, bueno... no tenia. Pero tenia una sonrisa diferente, de esas sonrisas que cuando las ves te hacen sonreír y te quedas mirando sorprendido. Su apariencia física no era muy bella para ver, sorprendía pero aun mas me sorprendió la inmensidad de su corazón. Okim, era fiel, honesto y mas que nada, divertido... jugaba y conmigo a donde yo iba. Un gran amigo. Por desgracia, crecí y Okim no esta mas, pero seguramente se van a enterar de sus aventuras conmigo y espero que les despierte y les saque alguna que otra sonrisa, lagrima y/o reflexión.
Proximamente: "Crónicas de vida de mi amigo imaginario"
No hay comentarios:
Publicar un comentario